Biohackeo del movimiento

Biohackeo

El mundo de la medicina y la industria farmacéutica parece estar cada vez más cerca en el tratamiento de enfermedades que hasta hace pocos años parecían intratables. A través de procedimientos innovadores, hoy en día es posible optimizar el movimiento del cuerpo de muy distintas maneras.

De esta forma, no solo los sitos como Vulkan Vegas Casino han sabido romper sus límites gracias a la era de la digitalización. Así, mientras que la industria del entretenimiento se aprovecha de la conectividad 5G para llevar lo mejor de su oferta a la comodidad del hogar; el uso de nuevas tecnologías ha permitido dar mejor calidad de vida, gracias a la intervención de las funciones del cuerpo mediante chips y tratamientos computarizados especiales. A continuación una perspectiva general de esta área de estudio.

¿Qué es el Biohacking?

En su libro “Breves respuestas a las grandes preguntas” publicado en 2017, Stephen Hawking postulaba la posibilidad de que las funciones típicas del cuerpo humano pudieran ser restauradas, e incluso optimizadas gracias a los avances de la tecnología. Así, lo que en un principio fue postulado por el célebre científico como una posibilidad futura, hoy es una realidad gracias al biohacking.

El término “Biohacking” envuelve una gran cantidad de vertientes y aristas. Este se define como la actividad tendiente a mejorar las funciones del cuerpo humano. La ambigüedad del término radica en las distintas áreas y modalidades que se utilizan para mejorar los atributos del organismo. 

Así, dentro de este mismo campo se incluyen algunos subgéneros como la nutrigenómica, la cual parte de la idea de hacer modificaciones en las funciones del cuerpo basado en la ingesta de nutrientes; Grinder, que es una práctica, considerada por muchos especialistas como “peligrosa” que se fundamenta en la modificación y adhesión de sistemas tecnológicos del cuerpo, a veces por personas no especializadas; o la denominada DIY Biology, que es la practicada por personal técnico con estudios en áreas como la médica, la biología y la genética.

 Biohackeo del movimiento

¿Cómo ayuda el biohacking a mejorar el movimiento del cuerpo?

Dentro del campo de la biología DIY, son muchas las propuestas que existen con la finalidad de mejorar el rendimiento del cuerpo humano. Entre las más notables está el uso de monitores y sensores, todo con la finalidad de medir de manera cuantitativa las capacidades reales de la musculatura corporal. Aun así, existen otras muchas más invasivas, tales como la implementación de implantes robóticos de forma tal de mejorar los atributos del cuerpo, o microchips que estimulen partes específicas del cuerpo, de forma tal que puedan presentar un mejor rendimiento.

Aunque estas ideas parecen ser típicas de la ciencia ficción, ya hoy son implementadas de distintas formas en el mundo de la medicina. Una de las más exitosas son los tratamientos de radiofrecuencia, enfocados en zonas estratégicas del cerebro. Este tratamiento, que al no ser quirúrgico reduce al mínimo riesgos inherentes de tratamientos invasivos como las hemorragias cerebrales y las infecciones encefálicas, ha probado ser altamente eficaz. 

En un estudio realizado con 94 pacientes con Parkinson en la Universidad de Maryland, se demostró una amplia mejoría en el 70% de los pacientes respecto al movimiento involuntario de sus cuerpos como consecuencia de la enfermedad (discinesia). Esto abre las puertas a un futuro prometedor, al menos en lo relativo al control de la sintomatología que presenta esta condición.  

Biohacking del cuerpo: ¿un dilema ético?

Aunque muchas de las prácticas del biohacking resultan prometedoras, muchas de ellas no dejan de postular profundos dilemas éticos, no solo desde la perspectiva legal, sino incluso en el campo de la ética y la moral. 

Tal como Hawkins desarrolla en su libro, la implementación profunda de esta práctica podría llevar a graves problemas de desigualdad entre aquellas personas que tengan mejoras en las funciones básicas corporales, respecto a aquellas que no.

Además, es importante destacar que muchas de estas prácticas se llevan a cabo en grises legales; y es que la mayoría de los sistemas jurídicos del mundo no parecen estar diseñados para contemplar la magnitud de los cambios que el biohacking postula en la actualidad. Vale decir que estas son particularmente graves en los casos en donde estos cambios no son practicados por personas con conocimiento especializado en la materia. 

Optimización del movimiento del cuerpo humano

Dejando de lado las importantes interrogantes postuladas en el campo de la ética y la moral, lo cierto es que el biohacking es una realidad al día de hoy. Gracias a los avances de la tecnología, es posible pensar no solo en la cura o control de enfermedades degenerativas, sino en la optimización del movimiento y las funciones motrices del ser humano.

¿Hasta qué punto llegarán estas prácticas? Parece ser una interrogante que solo el tiempo puede responder. Lo que sí parece cierto es que esta práctica seguirá dando mucho de qué hablar a corto y mediano plazo.


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